La taquicardia se define como el ritmo cardíaco rápido o irregular, generalmente consta de 100 latidos por minuto e incluso hasta 400 latidos por minuto.
Cuando esto ocurre, debido al ritmo tan elevado se imposibilitan la función del corazón que es el bombear sangre con altos niveles de oxígeno a su cuerpo.
La taquicardia es uno de los males cardiacos más comunes que ha atacado a gran parte de la población y cuando no es tratado de manera correcta puede traer consecuencias fatales para todo aquel que la padece.
La taquicardia repentina, es decir que se produce sin haber realizado ningún tipo de movimiento en particular, es muy peligrosa para el paciente: puede ser síntoma previo a un ataque cardíaco, responder a una miocardiopatía, a una insuficiencia cardíaca, etc.
Además de incómoda, esta sensación provocará otras reacciones en el organismo como cansancio, necesidad de reposo, etc.
Esta se clasifica en dos:
La taquicardia en las cámaras del corazón superiores mejor conocida como taquicardia auricular, o inferiores, conocida como taquicardia ventricular.
Las personas con hipotiroidismo son más propensas a sufrir de taquicardia al igual que las personas que constantemente se sienten fatigadas o estresadas. Y como nadie queda exento, es muy importante estar bien informados y saber en qué momento y como parar la taquicardia, considerando también que de inmediato se debe ser atendido por un médico.
A continuación te enseñaremos como parar la taquicardia de una forma segura y natural, dos increíbles sencillas técnicas que no ocuparás más de un minuto para llevarlas a cabo.
Técnica #1: Con agua fría
Necesitas agua muy, muy fría. Colócala en un recipiente tan grande que puedas meter tu cabeza con facilidad. Cuando tu pulso se acelera y la velocidad del ritmo es muy rápida, respira profundamente, aguanta lo más que puedas y sumerge tu rostro hasta la altura de tus orejas en el recipiente con agua, asegúrate de que no te entre agua en los oídos y permanece sumergido el tiempo que te sea posible.
Esta técnica ayuda a estimular los nervios que intervienen en el ritmo cardiaco. Con lo helado, el cerebro suele enviar señales a todo el organismo y así ralentiza el metabolismo, entonces el corazón se desacelera. A esto se le conoce como “reflejo de los buzos”.
Técnica #2: Con respiraciones profundas
Esta técnica es aún más fácil que la primera pues solo es necesario mantener la respiración controlada por un minuto. De entrada inhala todo el aire que te sea posible y cuando sientas ya no poder más, exhala de inmediato expulsando completamente todo el aire inhalado. Repite tantas veces te sea posible en un minuto.
Esta técnica te ayudará a bajar el ritmo cardiaco conforme repitas la acción.
Respirar al límite de la capacidad pulmonar, te ayudará a bajar el ritmo cardíaco. Estas respiraciones son más intensas que las respiraciones profundas, por lo que no podrás sostenerlas por mucho tiempo. Con un minuto de este ejercicio será suficiente para detener la taquicardia.
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Fuente: Aweita.pe