Hoy te dejamos una historia bastante trágica ocurrida en 2016. El padre de un niño de tres años, que murió de una hemorragia cerebral, quedó tan afectado por la pérdida que decidió publicar una carta sobre las lecciones que aprendió desde que sufrió la muerte de su hijo.
El pequeño, llevaba en vida el nombre de Hughie Pringle, y debido a una enfermedad cerebral sus expectativas de vivir eran casi nulas y, por desgracia, no sobrevivió.
El papá Hughie, publicó en Facebook una lista con el título “Las 10 cosas más importantes que he aprendido desde que perdí a mi hijo ” a continuación te mostramos el post original:
Ésta es la conmovedora lista:
Las 10 cosas más importantes que Richard Pringle relata que aprendió son:
1. Nunca es demasiado cuando se trata de amar y dar afecto a tus hijos
2. Siempre hay tiempo para ellos. Deja lo que estás haciendo y juega con ellos aunque sea sólo un minuto. Nada es tan importante que no pueda esperar.
3. Hagan la mayor parte de las fotos y vídeos que puedan. Un día puede que sea todo lo que tienes.
4. No gastes dinero, pasa tiempo. ¿Crees que lo que gastas importa? No lo es. Lo que haces importa. Saltar en charcos, ir a pasear. Nadar en el mar, construir un campamento y divertirse. Nunca se recuerda lo que se compra, si no lo que se hace con la persona amada.
5. Canten juntos. Mis recuerdos más felices son los de Hughie sentado en mis hombros o en el coche mientras cantamos nuestras canciones favoritas.
6. Disfrutar de las cosas sencillas. Quedarse juntos en la cama, leyendo historias, cenando o pasando perezosos domingos en familia.
7. Darles un beso en cada adiós y volver a dar al regreso. No sabrás cuándo será la última vez que tendrás esa oportunidad.
8. Hacer las cosas cotidianas divertidas: compras, viajar o caminar. Hacer bromas, reír y divertirse. La vida es muy corta para no divertirse.
9. Anotar todos los recuerdos y momentos felices. Así los tendrás para siempre cuando seas más viejo y podrás recordar cada momento.
10.Da besos de buena noche, toma el desayuno con ellos, llévalos a la escuela, a la universidad y su boda. Eres bendecido por tener a tus hijos cerca. Nunca se olvide de eso